HISTORIAS FLORIDANAS: “Mi accidentado Año Nuevo en Lo Cañas”

La Florida05/05/2024quillayinoquillayino

Era un 31 de diciembre, de principio de los años noventa, donde aprender andar en bicicleta se veía cómo un sueño inalcanzable para mí.

De consuelo, iba para muchos lados en la bicicleta de un amigo llamado Rodrigo, que tenía una de la marca Bianchi, de esas que tenían una especie de soporte para la espalda y a la cual parece que instalo un fierro de manera artesanal para llevar a una persona

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Ambos vivíamos en Los Quillayes y nos gustaba salir aventurarnos en su bicicleta para muchos lugares; el manejaba y yo era a quien iba sentado cómo copiloto en ese fierro que esta entre el asiento y el volante. 

Ese día víspera de Año Nuevo se nos ocurrió tirarnos calle abajo desde el sector de “Lo Cañas”, que en esos tiempos mirábamos cómo “La Dehesa” de La Florida.

Cuando estábamos por irnos se nos sumó su hermano Carlos que tenía una bicicleta de esas con una especie de parrilla atrás, que algunos usaban para irse sentado a la espalda de quien manejaba.

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La cosa que fue eterno subir por Walker Martínez, pero por fin llegamos a una calle pasado de Tobalaba que estaba en bajada y que era precisa para cumplir el desafío de tirarnos calle abajo.

Nos tiramos y íbamos a una velocidad que me hizo temblar hasta ese lugar donde nunca brilla el sol y todo hubiera tenido un final feliz si no hubiera sido por una parte del pavimento que estaba levantado y que hizo que se diera vuelta la bicicleta.

Yo alcance a reaccionar y salte hacia al lado, aunque no me salve de varias heridas y rasguños.

En el caso de mi amigo Rodrigo toco la peor parte porque él se fue con bicicleta y todo y quedo muy mal herido.

Su hermano Carlos había pasado antes sin ningún problema y al vernos no tardo en ir en nuestra ayuda.

A esto paro una especie de minibús que venía con muchos extranjeros y quienes no dudaron en bajarse a prestarnos ayuda y llamaron a la ambulancia que llevo a Rodrigo a pasar el Año Nuevo al Hospital Sotero del Rio.

En mi caso cómo no quede tan grave tuve que llevarme la bicicleta de mi amigo a pie de Lo Cañas hasta Los Quillayes, todo por no saber andar en bici.

 Lo bueno que mi amigo Carlos lealmente me acompaño todo el trayecto hasta mi casa.

Cuando vi el video del tarro hace algunos años me acorde de esto y pensé que a veces cuando se es niño uno hace cosas que grande ni pensaría en hacerlas.

 

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