Principio de los años noventa y las noches de verano se revolucionaban cuando llegaba el circo a nuestra población.
Un gran trabajo era la instalación de la carpa y el acomodo de los artistas que deben adaptarse a vivir y actuar en el mismo lugar por un par de semanas
En Los Quillayes, los circos se instalaban en el Sector 3, donde actualmente esta la cancha de pasto sintético o a veces en el terreno que une los sectores 2 y 6, donde actualmente hay una plaza.






En los últimos años se han instalado en el terreno de la calle San José de la Estrella con Urbano VI, al costado del Supermercado La Oferta.



Después de instalarse empezaba toda la promoción del perifoneo o carteles pegados en diferentes puntos del barrio.
Los show generalmente eran los fines de semana, con llenos totales y los que no teníamos plata buscábamos la forma de pasarnos.
Quienes trabajaban hacían de todo. Por ejemplo, el malabarista lo podíamos ver vendiendo bebidas después de su espectáculo o a los payasos vendiendo cabritas. Se notaba que en estas carpas vivían artistas que a la vez eran familia.
Entre los circos que recuerdo se viene el nombre de “El Tata”, “American Circus”, y varios de transformistas.
Entre los mitos se decía que cuando llegaba el circo con animales en los barrios desaparecían las mascotas. No tengo claro si esto era cierto, pero era un rumor muy fuerte de aquellos años.
En la actualidad no llegan muchos circos y la tradición se ha perdido en nuestra población por lo menos. Los que vivimos esos años nos quedaremos con el recuerdo de esas carpas que le daban vida a las noches de verano de Los Quillayes.